Haz frente a la flacidez con Bio-Thread Lift
Cómo ya sabéis, si hay un salvo que caracteriza Nexus desde sus orígenes es que siempre está a la vanguardia de los nuevos tratamientos que el incansable mundo de la medicina estética va generando sin tregua. Esto, junto con nuestra incomparable tecnología, experiencia y profesionalidad, nos permite adaptarlos y aun mejorarlos para poder ofrecer a nuestros pacientes y clientes unos tratamientos de altísima eficacia y seguridad.
Como ejemplo de esta irrenunciable filosofía de trabajo, queremos presentaros hoy esta técnica que hemos añadido en nuestro catálogo y que, gracias a los excelentes resultados que obtenemos, es, por ahora, uno de los tratamientos más solicitados por nuestros pacientes.
Bio-Thread Lift es una nueva técnica médica, no quirúrgica, basada en la implantación de hilos bio-reabsorbibles a la dermis y/o subdermis, que tiene un doble efecto: mejora significativamente la flacidez al tejido descolgado al formar una red de apoyo (efecto lifting) y, a la vez, estimula paralelamente la inducción de colágeno dérmico y elastina para actuar sobre la causa que lo provoca (efecto anti-aging).
Los hilos empleados son atóxicos y apirógenos y de una seguridad absoluta. Se pueden utilizar en todas las áreas faciales (sobre todo en mejillas, cejas, surcos nasogenianos y para redefinir el óvalo facial), y también de manera corporal a las zonas más castigadas por la flacidez, como muslos, abdomen y cara posterior de brazos. Aparte de como tratamiento reparador del descolgamiento cutáneo, también se utiliza como tratamiento preventivo en personas más grandes de 35 años que ya presentan signos incipientes de flacidez.
Antes del tratamiento se realiza siempre un estudio tensional cutáneo para determinar las áreas que hay que tratar y qué número y tipo de hilo emplear, puesto que hay de muchos tipos (monofilamentos, multifilamentos, espiculados, bidireccionales, combinaciones, etc.) y no son comparables entre sí. Así, existen, por ejemplo, hilos con un efecto tensor 30 veces superior al de otros mucho más simples y baratos, y estos últimos son, lógicamente, los que ofrecen ciertos desaprensivos para engañar los pacientes y hacerlos creer que todos los hilos son iguales. Hace falta, por lo tanto, antes de someterse al tratamiento, preguntar el tipo de hilo que se empleará para evitar ser estafados o que el tratamiento no tenga ninguna efectividad. Así mismo, la técnica, la experiencia y la habilidad del médico que realiza el tratamiento es de gran importancia para lograr unos resultados satisfactorios.
Esta técnica se complementa perfectamente con otros tratamientos tensores y regeneradores cutáneos (como la biorestauración cutánea de la que ya os hemos hablado en cantidad suficiente) o con otras técnicas instrumentales como la radiofrecuencia, con las qué conseguimos un efecto sinérgico muy notable que se traduce finalmente en una mejora de la efectividad del tratamiento.
Los resultados se observan inmediatamente, pero varían según la edad, el nivel de flacidez y la calidad previa de la piel, y hay que esperar unos tres meses para ver el final definitivo. En términos generales, la duración de su efecto sobrepasa el año y medio, si bien se aconseja un mantenimiento anual para asegurar la continuidad y mejora los resultados obtenidos.
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