La Bioremodelación facial es una técnica que prevé y corrige la flacidez facial, obteniendo un rostro rejuvenecido y firme.
Envejecer es un proceso natural e inevitable, cumplir años es sinónimo de vida. Aún así, ver reflejado en el físico el paso del tiempo, es cruel. Y uno de los lugares donde se manifiesta más fehacientemente su crudeza, es en el rostro. Tanto en mujeres como en hombres, aparecen manchas, arrugas y alteraciones texturales cutáneas que dan el típico aspecto envejecido, a los que se suman, por acentuarlo, la flacidez y el consiguiente descolgamiento cutáneo. Además, paralelamente se produce una pérdida de volumen facial al disminuir el tejido graso subcutáneo, muscular y óseo y, para acabarlo de redondear, la grasa remanente se redistribuye y se acumula en áreas no deseadas como las ojeras y la papada. Podríamos seguir con la acentuación de los surcos nasogenianos o las llamadas líneas de marioneta ….
Los tratamientos para intentar paliarlo han ido avanzando, más allá de llenar arrugas o realizar liftings quirúrgicos, hacia un planteamiento más enfocado a las causas que las producen, buscando volumizar y reestructurar de forma natural y personalizada. Siguiendo esta línea, os presentamos hoy la Bioremodelació Facial, una técnica que mejora el envejecimiento facial desde el punto de vista estructural, interviniendo mediante inyecciones de material de implante biocompatible en puntos claves de la cara, para así prevenir y corregir el descolgamiento facial y obtener un rostro más rejuvenecido y firme.
Gracias al ácido Hialurónico conseguimos un aumento del tono, hidratación y luminosidad de la zona tratada.
Tras evaluar al paciente e identificar las áreas con mayor pérdida de volumen, se inyecta, con una aguja muy fina y prácticamente indolora, determinadas cantidades de ácidos hialurónicos especialmente diseñados para este tratamiento, en puntos estratégicos faciales. Gracias a la composición del material inyectado conseguimos un aumento del tono, hidratación y luminosidad de la zona, al tiempo que aumenta también la consistencia y elasticidad.
La prácticamente inexistente respuesta inflamatoria y la ausencia de otros efectos secundarios posteriores, permiten la reincorporación inmediata a las actividades cotidianas sin ningún tipo de convalecencia.
El efecto es inmediato, muy natural y de larga duración. El tratamiento puede realizarse a cualquier edad y, es especialmente interesante en la vertiente preventiva del envejecimiento ya que, cuanto antes se trate éste, más retrasaremos la posterior aparición de arrugas y flacidez, de solución más compleja.
Obviamente la Bioremodelación facial es compatible con otros tratamientos antienvejecimiento como la Biorrevitalización, el láser y sobre todo la Proteína Natural Purificada, lográndose con esta última una especial potenciación de resultados cuando se utilizan simultáneamente. Generalmente se realiza una sola sesión pero, en determinados casos, pasadas unas semanas, puede realizarse otra para optimizar los resultados.
El efecto es inmediato, muy natural y de larga duración. Resultados en la primera sesión.
Los productos que utilizamos son muy reticulados, con gran poder volumizador, pero a la vez moldeables por poder aportar flexibilidad a la piel. A la vez, aumenta también la hidratación y inducen la neoformación de colágeno y elastina con la consiguiente mejora de la textura y calidad de la piel. Estudios biomorfométricos señalan que la mejoría alcanzada en todas estas características de la piel equivale a un rejuvenecimiento cronológico de entre 6 y 9 años.
En definitiva, dentro de la imparable tendencia en el ámbito medicoestético de buscar tratamientos ambulatorios de alta eficacia y, poca o nula convalecencia, la Bioremodelación facial se erige como una de las técnicas más preeminentes para prevenir y combatir la envejecimiento estructural facial y, combinándola con otros tratamientos de rejuvenecimiento cutáneo, permite alcanzar cotas hasta ahora sólo reservadas a técnicas quirúrgicas, pero con la gran ventaja de unos resultados mucho más naturales.