1.- Busque un centro con un médico responsable. Un médico con nombres y apellidos, especialista en este ámbito, al que pueda dirigirse a él cuando lo necesite y del que tenga la certeza de que supervisa su tratamiento. Además, en algunos casos el exceso de pelo puede obedecer a trastornos hormonales o ginecológicos, y solamente un médico está capacitado para poderlo diagnosticar.
2.- Busque un centro que disponga de un amplio abanico de diferentes tipos de láser. No hay ningún sistema láser que por sí solo sea efectivo en ambos sexos, en todo tipo de pelo, de piel y en diferentes situaciones fisiológicas o patológicas. El éxito final dependerá de la sabia combinación de los diferentes sistemas láseres existentes y, por ello, debe ir ineludiblemente a un centro dotado con toda esta tecnología.
3.- Busque un centro con personal experimentado en este tratamiento, tanto por razones de eficacia como para evitar efectos indeseables. Recuerde que el láser puede producir complicaciones, incluso secuelas permanentes, y el personal poco conocedor de la técnica o con poca experiencia es una fuente importante de producción de éstas, siendo usted el primer perjudicado.
4.- Busque un centro que pueda ofrecerle un tratamiento personalizado. Disponer de una ámplia tecnología y experiencia en Depilación Láser permite individualizar el tratamiento, utilizando el láser más eficaz y los parámetros más adecuados en cada caso. Así, se consigue alcanzar el resultado deseado realizando el menor número de sesiones, con el correspondiente ahorro para usted. En consecuencia, el precio de la Depilación láser hay que mirarlo también desde otras vertientes y no sólo por el precio por sesión.
5.- Deseche frontalmente a los “titiriteros” del láser: Son estos individuos o “empresas” sin acreditación, control ni formación, que se dedican a recorrer con total impunidad ( aprovechando el vacío legal que en esta materia hay en España ) las peluquerías y centros de estética del país, ofreciendo sus “tratamientos”, generalmente con láseres ineficaces, inseguros y/o en estado más que dudoso, a precios más baratos. Son un ejemplo más de la ‘picaresca nacional’ y un auténtico problema de salud pública que, más pronto que tarde, la Administración Sanitaria ( y Tributaria… ) deberá erradicar.
6.- Intereses por la tecnología que le ofrecen y sobre todo por la marca y modelo del aparato. Compruebe por Internet u otros medios que la eficacia del aparato está contrastada y sobre todo que éste está certificado por la FDA. Si la marca está camuflada bajo una carcasa o el aparato lleva el nombre del centro (aduciendo que ‘les fabrican especialmente para ellos’), desconfíe de inmediato.
7.- Pida el Certificado de Seguridad mediante el cual el Servicio Técnico Oficial del láser en cuestión acredita que el equipo ha sido revisado en todos sus parámetros de funcionamiento y que garantiza así la correcta prestación de las aplicaciones para las que ha sido indicado. El mejor láser, sin las pertinentes revisiones de calibración y mantenimiento, deviene totalmente inefectivo o potencialmente peligroso. A ‘Nexus’ tenemos estos Certificados expuestos en cada sala láser. Si no lo encuentra visualmente en la sala donde le practican, exija que le enseñen.
8.- Siga las instrucciones pre y post tratamiento: Son básicas también para alcanzar los resultados deseados y evitar complicaciones.
9.- Demande las garantías higiénico-sanitarias que todo tratamiento debe comportar. La guerra de precios en este sector conlleva, a veces, un recorte inadmisible en estas.
10.- Sea consciente de que el precio que paga, és lo que vale en realidad el servicio que le dan. Nadie dá ‘duros a 4 pesetas’ y con la depilación láser, tampoco. El abaratamiento hasta el absurdo del precio de las sesiones por parte de algunas empresas del sector, se sustenta irremediablemente en un detrimento de la relación coste/efectividad y en recortes en otras vertientes del tratamiento. No anteponga nunca el precio a su seguridad.
