Tenía que pasar, y así ha sido: Hace pocas semanas la ministra de Sanidad anunciaba la incorporación de determinados tratamientos de ozonoterápia médica dentro del Sistema Nacional de Salud (concretamente, en patología vertebral) al haberse evidenciado, ante algunos tratamientos actuales, su superior efectividad, inocuidad y, en los tiempos actuales, también importante, una economía asequible. Tal como ya dijimos en el artículo que dedicamos a la patología vertebral, a medida que se vayan conociendo y constatando las bondades y la eficacia del ozono médico, tanto entre los pacientes cómo entre los profesionales de la salud, la ozonoterápia acabará logrando en nuestro país el lugar preeminente que le corresponde dentro de los protocolos terapéuticos de numerosas patologías, como ya ha sucedido en países más avanzados de nuestro entorno.
La ozonoterápia acabará logrando en nuestro país el lugar preeminente que le corresponde
Otra patología en la cual la ozonoterápia está llamada a tener un papel terapéutico importante es la fibromiálgia. Tanto es así que, de hecho, las principales clínicas privadas del país o el Instituto Catalán de Reumatología la integran ya dentro de sus esquemas terapéuticos. Numerosos estudios avalan esta eficacia, incluido con una muestra de 3.000 pacientes seguidos durante cinco años, en que se evidencia una evolución clínica significativamente más favorable en los pacientes tratados con ozono que en aquellos a los cuales no se había aplicado esta terapia.
La fibromiálgia es un tipo de reumatismo no articular caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado y una sensación dolorosa a la presión en unos puntos determinados (puntos gatillo). Además del dolor, los pacientes presentan otros síntomas como cansancio, alteraciones del sueño y hormigueos nocturnos. En el Estado español hay más de 800.000 afectados, de los cuales entre el 80 y el 90% son mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años. Generalmente, estos pacientes son tratados con analgésicos, antiinflamatorio, relajantes musculares y antidepresivos, y presentan una escasa o nula respuesta a estos fármacos. En resumen, diremos que el ozono, aparte de su incomparable acción analgésico, antiinflamatorio, antioxidante y immunoreguladora, actúa mejorando la oxigenación celular y de la placa motora, y regularizando la secreción de ciertas sustancias implicadas a nivel del sistema nervioso central, en la producción y percepción del dolor.
Todo esto comporta, además de disminuir el dolor, una reducción del cansancio y la fatiga presentes en el cuadro, una mejora en la calidad del sueño y una reducción de la ansiedad-depresión que a menudo los acompaña. En definitiva, la ozonoterápia incrementa significativamente la calidad de vida del paciente, a la vez que disminuye la dependencia farmacológica a que se ven abocados estos enfermos, y el que es más importante, sin ningún riesgo ni efecto secundario. Para lograr estos resultados tan deseables, es imperativo ponerse en manos de un médico ozonólogo experimentado, buen conocedor de las propiedades fisicoquímicas y médicas de este gas y que establezca un plan de tratamiento apropiado a cada caso. La aplicación de protocolos inadecuados o de volúmenes, dosis o concentraciones incorrectas del gas convierten el tratamiento, sencillamente, en inefectivo.
La ozonoterápia incrementa la calidad de vida y disminuye la dependencia farmacológica
A pesar de todas estas bondades del ozono médico, que también son extensibles a patologías afines, como el Síndrome de Fatiga Crónica y la Sensibilidad Química Múltiple, hay que subrayar que el paciente con fibromiálgia requiere un abordaje terapéutico multidisciplinario (con la intervención de varios especialistas, como reumatólogos, psiquiatras, nutricionistas o fisioterapeutas) que incluya diferentes tipos de terapias de acuerdo con la clínica que presenta. Pero creemos, tanto por experiencia personal y ajena como por los numerosos y crecientes estudios sobre este tema, que un eje central en el abordaje terapéutico de estos pacientes pasa hoy en día por la ozonoterápia muy aplicada, y que a pesar de los intereses contrarios de la industria farmacéutica, se acabará incorporando, por pura evidencia clínica, en el protocolo terapéutico de esta enfermedad, como ya ha sucedido en la patología vertebral.