La ozonoterapia médica, un tratamiento eficaz contra el coronavirus
Estamos viviendo una situación histórica que marcará un antes y un después. Vamos a superarlo, sin duda, porque nunca debemos dejar de pensar alentadoramente.
Esta pandemia conllevará, sin duda consecuencias políticas, sociales, laborales, y económicas, aunque hoy por hoy, no debemos perder de vista la principal dificultad de esta dura realidad actual: Se trata de un problema de salud pública internacional que hay que cortar cuanto antes con las medidas sanitarias adecuadas y, por supuesto, gestionando de la mejor manera posible los numerosos casos que desgraciadamente, ya tenemos colapsando nuestro sistema sanitario. La misma OMS ha reconocido oficialmente que no hay vacunas ni tratamientos específicos disponibles, hoy por hoy, para la Covid-19. Es por ello que, en estas alarmantes circunstancias, se están utilizando empíricamente, y fuera de estudios observacionales o ensayos clínicos aleatorizados, fármacos con posible actividad contra el SARS-CoV-2.
Con este panorama de fondo, y dado el carácter germicida absoluto del ozono, una vez más la Ozonoterapia médica vuelve a concitar el interés de los investigadores en el ámbito mundial. Así lo han entendido en China, donde actualmente se están efectuando al menos 3 ensayos clínicos con Autohemoterapia mayor, y también en el resto del mundo donde ya hay más de 20 en marcha. También en Italia, donde el Istituto Superiore di Sanità (ISS) acaba de autorizar el uso de la terapia de ozono para el tratamiento de personas con resultados positivos para Covid-19, después del documento y protocolo elaborado por la Sociedad Italiana de Oxigeno-Ozonoterapia (SIOOT) donde se hacen patentes las evidencias científicas del ozono en la lucha contra infecciones víricas similares y su beneficio frente a las complicaciones respiratorias graves de estas.
En resumen, serían las siguientes:
- Según los resultados de un experimento realizado en China en el laboratorio nacional P3 dirigido por el profesor Li Zelin, el ozono ha demostrado ser efectivo para matar el virus del SARS inoculado en las células renales de mono verde, consiguiendo una tasa de muerte de 99,22%.
- El virus descubierto en Wuhan y el virus del SARS pertenecen a la raíz de los coronavirus. Los investigadores encontraron que el causante de la Covid-19 es 80% similar al virus del SARS. Por tanto, es razonable prever que el ozono puede ser igualmente efectivo en la prevención y el control del nuevo coronavirus.
- Los médicos de la SIOOT han tratado a muchos pacientes con bronconeumonía mediante Ozonoterapia. Los resultados han sido excelentes. La duración de la enfermedad se redujo significativamente, y se destacó la rápida recuperación de la hipoxemia y el cuadro radiológico en los pacientes. Además, esta práctica no es incompatible con otras terapias farmacológicas y es inocua, al estar el ozono médico carente de efectos secundarios y contraindicaciones, al contrario que la terapia farmacológica empírica actual.
- La SIOOT ha anunciado que, hasta ahora, al menos diez centros hospitalarios ya están utilizando el oxígeno-ozono en el tratamiento de pacientes con Covid-19 positivo. Los hospitales están ubicados en Piamonte, Lombardía, Emilia Romagna, Veneto y Lazio.
Las acciones terapéuticas básicas del ozono en enfermedades virales se explican fundamentalmente por los siguientes mecanismos:
- El ozono mejora la circulación y perfusión pulmonar y de todos los órganos en estado de hipoxia, en modificar la curva de disociación de la hemoglobina y aumentar el suministro de oxígeno a los tejidos isquémicos.
- A dosis terapéuticas, el ozono modula el Factor nuclear NRF2 y NFkB restableciendo el ambiente antioxidante.
- Restablece el reequilibrio del estado REDOX celular, al activar mecanismos endógenos de defensa antioxidante.
- Promueve la inducción de IFN-gamma y citocinas proinflamatorias con el consiguiente efecto sobre el sistema inmune.
En conclusión, la Ozonoterapia sistémica puede ser un tratamiento muy útil hacia el SARS-CoV-2. Sus mecanismos de acción y la justificación de su uso, ya se han demostrado en otras infecciones víricas similares y en estudios preclínicos y clínicos, junto con la ausencia total de efectos secundarios.
Así lo han entendido los países que nos han precedido en esta pandemia, y esperamos que las autoridades nacionales competentes en este ámbito, terminen incorporándola también en las acciones terapéuticas actuales frente la Covid-19, al igual que los países mencionados.
Descargar aquí el artículo publicado en la revista Magazine del mes de abril.