Nuestro cirujano plástico, especialista en trasplantes capilares, nos explica la importancia de la zona donante del injerto capilar para asegurar el éxito del tratamiento.
La zona o área donante es aquella donde se extraen las unidades foliculares al paciente, para después implantarlos en la zona receptora. Normalmente, es la ubicada en la occipital y temporal del cuero cabelludo, es decir, entre la coronilla y la nuca. En esta, los folículos continúan creciendo a pesar de que en otras áreas pueda caer el cabello, ya que no se ve afectada por la genética y las hormonas.
Cómo saber si la zona donante es apta
Una buena zona donante requiere:
- Alta densidad de folículos
- Varios pelos por folículo
- Cabello grueso y oscuro
Lo ideal es que cada folículo contenga entre tres y cuatro cabellos, y cuanto más grueso sea el cabello, más resistente y con más fuerza crecerá. Sin embargo, no siempre se cumplen todos estos requisitos. Así pues, si observamos cabellos finos, pero con alta densidad y con un número suficiente de pelos por folículo también podemos considerarla una buena zona donante.
Por el contrario, una zona donante pobre o de mala calidad es aquella que no cuenta con las suficientes unidades foliculares para poder trasplantar a la zona receptora. Normalmente sucede en pacientes con alopecia agresiva o cicatricial, con un cabello excesivamente delgado o debido a cirugías previas. En estos casos, no se aconseja un injerto o implante capilar para resolver la alopecia.
Así pues, hemos visto como esta zona es clave para que el cirujano decida si es posible o no realizar un trasplante capilar. Por este motivo, en Clínica Nexus realizamos un estudio o test genético capilar para conocer la causa de la alopecia. Además de comprobar el estado del área donante con una microcámara de aumento o tricoscopio.
Cómo es el proceso del injerto capilar
El primer paso es extraer unidades foliculares de la zona donante. Existen dos técnicas para ello: retirar una capa de piel (técnica FUSS) o extraerlas una a una (técnica FUE).
Una vez extraídas las unidades foliculares o folículos pilosos se clasifican y se escogen los de mayor calidad, aquellos con mayor aptitud para que crezca el pelo sano y fuerte, y posteriormente se injertan en la zona receptora, esto también puede realizarse mediante diferentes técnicas.
Al implantar folículos sanos en la zona que sufre de alopecia, el cirujano se asegura de que el ciclo de crecimiento del cabello vuelva a funcionar con normalidad. Aunque para ello es necesario esperar varios meses, dependiendo la zona a tratar, entre 12 a 18 meses.
Recuperación de la zona donante tras el injerto capilar
Una de las preguntas más frecuentes que nos hace el paciente antes de someterse a la cirugía del injerto capilar es si perderán las unidades foliculares de la zona donante, o se recuperan. Y la respuesta rápida es que no, ya que el número de folículos es limitado, y por este motivo es tan importante una valoración previa que cerciore que hay suficientes. También es importante como se extraen, siguiendo un buen patrón que disimule esa futura falta de las unidades foliculares.
Pese a ello, existen tratamientos complementarios como el Plasma Rico en Plaquetas, o PRP, que consiste en inyectar el propio plasma del paciente para volver a estimular el crecimiento del cabello. Este proceso no crea folículos pilosos nuevos, pero sí que estimula el buen funcionamiento de los ya existentes.
En cuanto a la recuperación de las extracciones, la zona donante vuelve a la normalidad a los 7 o 10 días después de la cirugía, dependiendo de cada paciente. Hasta el tercer día, no se recomienda tocar o lavar esa área del cuero cabelludo. En este punto, es imprescindible seguir las recomendaciones del médico para asegurar el éxito del tratamiento.
Artículo original: HTI Clínic